domingo, 30 de enero de 2011

Los presuntos inocentes

La masiva influencia de las películas de suceso, las novelas de crímenes y las seríes televisivas han dotado a todos de un detective particular. Se tiene tal cualidad, que el famoso detective Sherlock Holmes no llegaría ni a la suela de los zapatos. Lo mismo deben de pensar miembros de la policía o de la prensa en general que, con tal de condenar, al primer indicio de sospecha se señala a un criminal. 

El caso ocurrido en el barrio de Arona, al sur de la isla de Tenerife, con David P.V., deja en evidencia los procesos de acusación en España. El joven había sido señalado de maltratar sexualmente a Aitana, una niña de 3 años. La menor fallecida tenía síntomas de golpes, quemaduras e indicios de agresión sexual en su cuerpo tras el primer informe detallado, lo que llevó a la Guardia Civil a la detención del novio de la madre.

David P.V. arrrestado por la Guardia Civil (Foto del diario El País)
 
Todo el mundo, incluido la prensa, acusó con el dedo, cual detective londinense al acertar el acertijo, y lo publicó en todos los medios de comunicación. En ese momento la presunción de inocencia era pisoteada. Así, al conocer tras la autopsia que la niña no tuvo ninguna agresión sexual antes de su muerte, todo quedó en evidencia. El presidente de la Asociación de la Prensa de Tenerife, Juan Galarza, salió a pedir disculpas y a pedir una reflexión sobre si “no estamos yendo más allá de lo lógico, lo razonable, lo socialmente responsable y lo legal”.

Ante todo esto, la crítica debe ser constructiva ante un error tan grave. Cuando ocurra un caso de estas características, los que nos dedicamos a esta profesión debemos anteponer la presunción de inocencia antes de contestar, a la pregunta de si alguien es culpable, con el típico ‘elemental mi querido Watson’.

lunes, 24 de enero de 2011

Palomares: esa historia tan española

No es de todos conocidos, la historia que ocurrió en Palomares, localidad de Almería, un 17 de enero de 1966. Han pasado tantos años y vivimos en el país del olvido, que muchos jóvenes no saben el porqué de esta historia. Un choque aéreo entre dos aviones, un bombardero y un avión de la Fuerza Aérea de EE.UU., provocó la caída de cuatro bombas atómicas. Tres se recogieron en tierra y la cuarta se propinó hacia el mar. El pensar que la zona afectada hubiese desaparecido del mapa no sería locura, y aún así el accidente no ha tenido una repercusión histórica de importancia


Bombas encontras en Palomares
Es cierto que en su momento todo el mundo lo supo, sólo cabe preguntar a las personas de aquella generación: “Lo de Palomares fue espectacular, algo muy fuera de lo común, pero de lo que nunca se llegó a saber todo bien”, me comentaba mi padre en una cómoda sobremesa de sábado. Al igual que él, descubrí en un video que mucha gente sigue indignada por el trato que se tuvo hacia la importancia del hecho. No explotaron las bombas, pero la cantidad de plutonio (elemento tóxico) derramado hizo que se vallara la zona afectada. No se sabe el número de personas que quedaron afectadas tras ello y tampoco se dio la suficiente información en su momento. Pero claro, al igual que se ha ocultado este accidente en nuestra historia podríamos aburrirnos de repasar otros tantos. Porque hay informaciones que no tiene que conocer el pueblo, documentos top secret que se ocultan por ¿vergüenza?¿corrupciones?¿irregularidades? Quizás para resolvernos todo esto necesitemos de wikileaks, pero dudo que en este país salga a la luz ese tipo de información, porque aquí se olvida todo muy rápido y hay cosas que no interesan.